Extirpación de la vesícula biliar

La vesícula biliar es un pequeño órgano en forma de pera que se encuentra debajo del hígado, en el lado derecho del abdomen. Su función principal es almacenar y concentrar la bilis, un líquido digestivo producido por el hígado.

La bilis se libera de la vesícula biliar hacia el intestino delgado para ayudar en la digestión de las grasas cuando ingerimos alimentos grasos. Aunque la vesícula biliar cumple un papel importante en la digestión, no es un órgano esencial, por lo que puede ser extirpada si presenta problemas, como cálculos biliares o infecciones.

Los problemas en la vesícula biliar, como los cálculos biliares o la inflamación (colecistitis), pueden manifestarse con diversos síntomas. Algunas señales comunes incluyen:

  1. Dolor abdominal intenso: Generalmente en la parte superior derecha del abdomen, que puede irradiarse hacia la espalda o el hombro derecho. Suele aparecer después de comer alimentos grasos.

  2. Náuseas y vómitos: A menudo acompañan al dolor abdominal.

  3. Hinchazón abdominal: Sensación de distensión o presión en el abdomen.

  4. Indigestión o gases: Malestar estomacal, acidez o sensación de llenura.

  5. Fiebre: Puede indicar una infección en la vesícula biliar.

  6. Ictericia: Color amarillento en la piel y ojos, debido a la acumulación de bilis en el cuerpo.

  7. Orina oscura y heces pálidas: La obstrucción de los conductos biliares puede causar cambios en el color de la orina y las heces.

Si presentas alguno de estos síntomas, es recomendable consultar a un médico para una evaluación.

Antes del procedimiento

La colecistectomía se lleva a cabo bajo anestesia general, por lo que el paciente no estará consciente durante la cirugía. Los medicamentos anestésicos se administran por vía intravenosa, y una vez que hacen efecto, el equipo médico introduce un tubo por la garganta para asistir la respiración.

Durante el procedimiento
Dependiendo del caso, se recomendará una de dos técnicas quirúrgicas:

  1. Colecistectomía mínimamente invasiva (laparoscópica)
    Se realizarán cuatro pequeñas incisiones en el abdomen, a través de una de las cuales se inserta un tubo con una cámara de video. El equipo observa el procedimiento en un monitor mientras utiliza herramientas quirúrgicas insertadas por las demás incisiones para extirpar la vesícula. En ocasiones, se puede realizar una radiografía o ecografía para evaluar posibles problemas adicionales en el conducto biliar. Este procedimiento suele durar entre una y dos horas.

Sin embargo, no todos los pacientes son aptos para la laparoscopía. En ciertos casos, es necesario cambiar a un abordaje abierto debido a cicatrices previas o complicaciones.

  1. Colecistectomía abierta
    En este caso, se realiza una incisión de aproximadamente 15 centímetros bajo las costillas del lado derecho. Se separan los músculos y tejidos para exponer el hígado y la vesícula biliar, y se procede con la extirpación de la vesícula.

Tratamiento

Los tratamientos conservadores, como cambios en la dieta, no suelen prevenir la reaparición de los cálculos biliares, pero una colecistectomía generalmente evita que vuelvan a formarse. La mayoría de las personas no experimenta problemas digestivos después de la cirugía, aunque algunas pueden tener síntomas como diarrea, estreñimiento, náuseas, o dolor abdominal durante los primeros seis meses de ajuste. La recuperación varía según el tipo de cirugía; la laparoscópica permite volver al trabajo en 10 a 15 días, mientras que la abierta puede requerir tres semanas o más.